CÁDIZ 6 Jun. (EUROPA PRESS) -
La Diputación de Cádiz, a través del Área de Planificación, Coordinación y Desarrollo Estratégico, ha concedido a Olea Sylvestris, radicada en la Sierra de Cádiz, una subvención de 121.090 euros para un proyecto que trata de potenciar los elementos diferenciadores del aceite de oliva virgen extra de montaña de la serranía gaditana.
En una nota, Diputación ha señalado que el aceite de oliva virgen extra es sin duda uno de los emblemas de la dieta mediterránea, declarada Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Unesco en el año 2013, pero también un símbolo cultural, un reclamo turístico y un motor económico de los territorios en los que se cultivan los olivos de los que nacen las aceitunas que posteriormente se transforman en lo que se ha venido a denominar como "oro líquido".
La asociación Olea Sylvestris, radicada en la Sierra de Cádiz, es consciente de que en el aprovechamiento de las cualidades biosaludables del aceite de oliva virgen extra y del sabor único del producido en el olivar de montaña propio de esta comarca está el futuro de una industria que, de forma directa o indirecta, implica a miles de familias en este territorio.
En este sentido, Diputación ha recordado que hay que tener en cuenta que la explotación de este olivar de montaña está escasamente mecanizada por la orografía del terreno, lo que dificulta el cultivo y la recogida de la aceituna, pero es precisamente la peculiaridad del terreno, unida al clima de la zona, lo que hace que se consiga un producto de indudable calidad, aunque con una estructura de costes que no puede mantenerse por mucho más tiempo.
La Institución Provincial que preside Almudena Martínez, a través del Área de Planificación, Coordinación y Desarrollo Estratégico, ha concedido a Olea Sylvestris una subvención de 121.090 euros para el desarrollo de un proyecto que se enmarca en el programa DipuInnova+, una estrategia que apuesta por la "excelencia científica, el liderazgo tecnológico, la innovación abierta y el talento" y cuyo reto es hacer de Cádiz un territorio "inteligente, creativo, innovador y sostenible", según explica el vicepresidente cuarto de la Diputación y responsable del área, Germán Beardo.
Las palabras claves que usa permanentemente el responsable de Olea Sylvestris, Luis Lucero, son "biofenoles" o "polifenoles", compuestos de origen vegetal con propiedades antioxidantes y antiinflamatorias, lo que traducido resulta ser "un ibuprofeno natural".
Estos biofenoles son para las plantas "como los anticuerpos en los seres humanos" y el olivo mediterráneo los genera como respuesta al estrés hídrico, la debilidad del suelo o la altitud, además de responder a un factor genético de esta especie arbórea, ha explicado Lucero, que ha señalado que el objetivo pasa por conservarlos en la mayor proporción posible dentro del aceite que más adelante llegará a las mesas de los consumidores.
Para conseguirlo, hay que cuidar todo el proceso, desde la recolección de la aceituna hasta su transformación en la almazara, también el envasado. Se precisa para ello no sólo de investigación científica, sino de una maquinaria especializada y diseñada expresamente para que este colectivo, con sede en la Finca Las Lajas de Zahara de la Sierra, pueda avanzar en su producción. "Este aceite será más caro, pero merecerá la pena", ha señalado.
Gracias a la subvención de la Diputación de Cádiz, Olea Sylvestris ya cuenta con equipos diseñados expresamente para el proyecto y que ya se han instalado. Máquinas específicas para la regulación y conservación de la aceituna, el batido conservador de polifenoles o para el llenado de aceite en condiciones controladas, y ya se trabaja en las siguientes fases del proyecto, donde se incidirá en cuestiones como el etiquetado y la generación de documentación didáctica y científica.
Por el momento, se está trabajando en la identificación de las especies de olivos con mayor potencial en la producción de biofenoles. Este estudio es fundamental teniendo en cuenta que en la Sierra de Cádiz tienen presencia un gran número de las variedades de aceitunas autóctonas de Andalucía como la picual, hojiblanca, verdial, manzanilla o lechín.
La justificación, por tanto, para el desarrollo de este proyecto es más que sólida, pero en Olea Sylvestris tienen claro que una pata del mismo debe ser la difusión, trasladar al gran público todo lo que se ha descubierto. Para ello se va a crear una base de datos de código abierto con estudios científicos relativos a la conveniencia de la dieta mediterránea y el impacto positivo de los polifenoles en la salud humana.
De esta forma, se va a habilitar la primera biblioteca digital donde cualquier persona podrá consultar una importante cantidad de estudios publicados en revistas científicas relacionados con el consumo de AOVE (aceite de oliva virgen extra) y su influencia en las enfermedades humanas.
Por otro lado, está previsto que en el mes de noviembre de este mismo año 2025 se celebre un congreso científico con expertos en el que se divulgarán los resultados obtenidos en este proyecto. El siguiente reto será el de la comercialización del producto.
Diputación ha recordado que el programa DipuInnova+ favorece que se puedan desarrollar este tipo de proyectos. En la edición de 2025 se han destinado 4,2 millones de euros para su ejecución, al igual que la edición de 2024. Con este programa se trata de incrementar el peso de los sectores productivos de futuro posicionando a las pequeñas y medianas empresas (pyme) como elemento vertebrador del territorio provincial y potenciando, al mismo tiempo, los sectores estratégicos donde Cádiz ya es líder.